Insertables de leña

Sí, en Ferretería García gestionamos todas las instalaciones de las chimeneas vendidas que así lo quieran los clientes. Trabajamos con los mejores profesionales de la construcción para que tanto la chimenea como su instalación sean perfectas.

En Ferretería García gestionamos todas las instalaciones de las chimeneas vendidas en todos los municipios y localidades hasta un radio aproximado de 70 kilómetros desde nuestra empresa.

Las chimeneas de obra, si bien son bonitas por ver el fuego directamente, tienen la característica implícita por su naturaleza de no poder controlar el aire que utilizan en la combustión.

Por tanto, el fuego que estas chimeneas hacen es un fuego muy vivo, descontrolado y que generalmente solo te calienta si estás a menos de 1 metro de él.

La solución a esta problemática sería utilizar el hueco existente para meter un insertable y aumentar exponencialmente el calor generado. Sólamente nos hace falta saber las medidas del hueco y la altura total de la instalación.

¡Pásate por la Ferretería García y te asesoraremos técnicamente sobre todo lo que necesites!

Sí que es posible, y de esta manera aumentaríamos muchísimo el calor que la chimenea genera. Sólamente nos hace falta saber las medidas del hueco y la altura total de la instalación.

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En función de la calidad del insertable y de lo eficiente que este sea, tendrán o no ventilación: por ejemplo, modelos de muy alta gama como Jotul o Scan no suelen llevar ventilación por sus altos rendimientos.

La inmensa mayoría de equipos insertables en el mercado sí que llevan ventiladores, y en algunos modelos (Lacunza, modelos Adour y Loire) es posible su desconexión.

Los decibelios (dB) que los ventiladores de las chimeneas insertables generan pasan todas las normativas y siempre están en el rango de “poco-nada perceptibles”.

Aún así, el ruido es muy subjetivo y a igualdad de dB pueden apreciarse distintos grados según la persona que lo escuche.

No, todas las chimeneas (sean estufas o insertables) son focos emisores de calor a través de una combustión, por lo que siempre van a quemar si están encendidas.

Técnicamente, lo óptimo siempre es mantener el diámetro de la fumistería que viene marcado por el modelo de chimenea elegido: todas las chimeneas han sido meticulosamente diseñadas para tener unos valores de rendimiento y funcionamiento, si cambiamos los parámetros estaremos echando por tierra el trabajo de los ingenieros que las han diseñado.

Funcionalmente, si reducimos el tiro estaremos generando un estrangulamiento de la salida de humos, que desembocará en que la chimenea nos haga humo por todos los lados: tubo, estufa…

Por el contrario, si aumentamos el diámetro de salida, cuando el aire caliente esté subiendo por el tubo (convección natural) y se encuentre con el aumento en el diámetro, se encontrará una masa de aire frío a la que le cederá parte de su energía (termodinánica básica: los cuerpos con más temperatura ceden energía a los cuerpos de menos, en forma de calor), bajando su temperatura y aumentando su densidad, por lo que la chimenea también nos hará humo.

No. El Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) prohíbe estas prácticas, estableciendo que para cada chimenea, tendrá que haber una instalación completa de fumistería sin compartir con ningún otro elemento emisor de humos esos tubos.

Lo que sí es posible es si tenemos una chimenea de obra grande, meter 2 tubos independendientes, eso no habría problema.

¡Consúltanos si te han quedado dudas!

Lo ideal y más extendido entre las recomendaciones de los fabricantes es un deshollinaje físico (con cepillos deshollinadores) por lo menos 1 vez por temporada, y durante la temporada, cada mes utilizar algún tipo de deshollinaje químico (pastillas, polvos, troncos deshollinadores)

A pesar de esta recomendación, es común deshollinar cada 3-4 años, o ¡incluso nunca!

Cuanto más tardemos en deshollinar, más probabilidades tenemos de que nos haga humo y malos olores la instalación.

Es buena práctica, además de lo comentado, cuando se inicia la temporada de chimeneas, hacer una inspección visual de los tubos por si durante el verano han anidado pájaros.

Sí, únicamente nos hace falta saber las medidas de este y en un par de días lo tendremos preparado.

Si tienes dudas sobre cómo quitar el cristal de tu chimenea, consúltanos.

En muchos casos el seguro de la vivienda cubre este tipo de percances, recomendamos revisar las condiciones contractuales por si pudieran aplicarse.

En Ferretería García llevamos más de 40 años trabajando con los mejores fabricantes de chimeneas. Dinos la marca y el modelo de tu chimenea y nos pondremos manos a la obra para conseguirte el recambio que necesitas.

Lo primero habría que contextualizar el problema. Para ello nos tendremos que responder una pregunta: ¿Ha funcionando bien (sin hacer humo) la chimenea o siempre ha funcionado mal?

Si nunca ha funcionado bien, el problema que tendremos es un problema en la instalación: falta de tiro, instalación incorrecta, incumplimiento de normas básicas… Deberemos ver qué es lo que estamos haciendo mal.

Si ha estado años funcionando bien, lo habitual será uno de estos orígenes:

• Leña muy verde.
• Falta deshollinaje.
• Nido de pájaros en el tubo.
• Cambio en el contexto de la salida de humos: árboles que han crecido, construcciones que antes no estaban.

Es habitual que una chimenea, aunque esté técnicamente perfecta, haga algo de humo los días de viento, y la solución pasa por reducir su uso el día que percibamos este factor.

Por último y como consejo práctico, a la hora de abrir la puerta de la chimenea, siempre tendremos que abrirla muy despacio, dejando un par de segundos únicamente medio centímetro abierta para que coja aire, y luego abrir con cuidado. Si abrimos demasiado rápido, arrastraremos el humo con la puerta y nos llenará la estancia de este.

Sí es totalmente normal. Los factores principales que hacen que el cristal se manche más o menos son la calidad del equipo (eficiencia, rendimiento, combustión…) y la calidad y grado de humedad de la leña (no es lo mismo quemar un pallet que quemar leña de encina que ha estado 2 años secándose).

Es posible, por la propia naturaleza de la leña, que en el mismo día, tengamos el cristal perfecto, con el siguiente tronco se manche un poco, y luego con un tercero que se vuelva a limpiar solo.

Existen limpiacristales en spray que, una vez frío el cristal, se ponen y con un papel limpio se queda el cristal como nuevo.

Si bien es frecuente ver estos “chorretes negros” en los tubos de las chimeneas, incluso chorreando por la pared, no es lo normal y se debería evitar.

Por un lado, estos chorretes son de un subproducto de la combustión llamado creosota, generada por una condensación del humo en la tubería. Para evitar su formación, todos los tubos que estén por fuera de la casa, deberán ser tubos aislados de pared doble, o bien tubos de pared simple, recubiertos de obra.

Además, si en tu instalación puedes ver los chorretes, significa que tienes toda la instalación al revés. La dirección correcta siempre es con los machos de los tubos hacia abajo.

El olor a algo es una cosa muy subjetiva y teniendo el mismo emisor de olor, una persona puede decir que el olor es insoportable y otra persona puede no apreciarlo.

Dicho esto, lo normal es que las chimeneas de leña no huelan prácticamente, aunque sí se apreciará un ligero matiz a “fuego”. Si tu chimenea huele, haz las siguientes comprobaciones:

• La instalación se ha deshollinado en el último año.
• La leña que utilizo es de buena madera (encina-carrasca, olivo, pino) y está suficientemente seca (la sección cortada debe ser del mismo color que la corteza para que un tronco esté en su buen grado de humedad).
• Los tubos que quedan por la calle son de tubería doble o están recubiertos de obra.

Sí, se necesitan tubos de pared doble (aislados) o bien utilizar tubos de pared simple y recubrirlos de obra.

Sí, únicamente te hace falta saber el diámetro y listo. Si no te aclaras, puedes cortar un trocito y traerlo a Ferretería García, así seguro que aciertas.